Investigadora principal de CRHIAM fue reconocida como uno de los 200 rostros con que Chile enfrenta los cambios globales
La investigadora principal de CRHIAM, Dra. María Cristina Diez, fue reconocida por el Diario El Mercurio como uno de los 200 rostros con que Chile está enfrentando las grandes transiciones globales.
Desde el medio de comunicación afirmaron que este reconocimiento es para “las personas que lideran el desarrollo de las soluciones que imponen las aceleradas transformaciones demográficas, económicas, ambientales, agroalimentarias y energéticas que vive el planeta”.
En este aspecto, la Dra. Diez fue distinguida por el estudio de tecnologías sobre tratamiento de aguas residuales, principalmente de origen agroindustrial. Esta investigación ha estado principalmente asociada a buscar solución a problemas reales que han identificado y conversado con el sector privado. En particular, indagaron en tecnológicas simples, fáciles de implementar y aprovechando los recursos que se generan en la propia empresa, como es el caso del carboncillo que se produce en una caldera de biomasa, el cual tiene amplia capacidad de adsorción de contaminantes.
La innovación por la que fue distinguida la investigadora de CRHIAM, fue por un nuevo “filtro” para el tratamiento de las aguas residuales, el que desarrolló junto al equipo científico que lidera. Esto surgió al indagar las propiedades del carboncillo que se genera a partir de la combustión de la madera, a través de lo que descubrieron que éste tiene la propiedad de poder retener compuestos orgánicos contaminantes que se encuentran en el agua, facilitando su tratamiento.
“El estar participando en CRHIAM como IP, me ha permitido visualizar el problema de los recursos hídricos desde una mirada holística, considerando que CRHIAM es un centro inter y multidisciplinario. En CRHIAM buscamos soluciones integradas en donde participamos investigadores con diversa formación universitaria y especialización a través de los postgrados que cada uno tiene. Realizamos un trabajo colaborativo, incorporando todas las capacidades tanto de infraestructura, de capital humano y de relaciones nacionales e internacionales que cada investigador y las instituciones asociadas aportan”, expresa la Dra. María Cristina.
El desafío es distinguir nuevas oportunidades para el cuidado del medio ambiente y los recursos hídricos, en este caso, a partir de materiales que, muchas veces se eliminan por ser considerados «residuos», y que poseen gran potencial para su valorización tanto en tecnologías de tratamiento como para diversos procesos biotecnológicos.